domingo, 8 de abril de 2012

Melodía cinética – Secuencia de movimiento.


FORMACIÓN en: Movimiento Orgánico 
- DIPLOMATURA -

Módulo 6 - Secuencias de movimiento.
·         Concepto de secuencia. Aprendizaje temporal y espacial.
·         Modulación de la energía y de los impulsos.
·         Fluidez del movimiento.
·         Armonía corporal.
·         Secuencias de ejercicios determinados  en diferentes planos y orientaciones.






Melodía cinética – Secuencia de movimiento.


Las actividades cotidianas están compuestas de múltiples movimientos de diversa complejidad. En la realidad no existe un único movimiento aislado enmarcado por una contracción tónica y su correspondiente distensión. Este movimiento, reducido a su máxima simplicidad es como el punto de una línea, la “célula” del movimiento, el movimiento más básico. Las acciones por el contrario, están formadas por series de movimientos encadenados unidos secuencialmente.


Una secuencia de movimientos está constituida formando una unidad clara y perceptible, con un principio, un recorrido y un final. Y también con un significado.

Podríamos comparar el movimiento –las secuencias de movimiento-, con el lenguaje. El movimiento más simple sería similar a una vocalización o a una letra. La secuencia de movimientos más elemental correspondería en el lenguaje, a una palabra, cualquiera que sea el número de sus letras. Una letra aislada, al igual que un único y simple movimiento, no tienen ningún significado. Una palabra, sin embargo, adquiere ya una significación. Las palabras pueden unirse entre sí formando frases, enriqueciendo y ampliando el significado. Igual puede hacerse -y se hace- con los movimientos. Por esta razón, a la secuencia de movimiento la llamamos también “frase de movimiento”. Las frases -tanto de palabras como de movimientos- pueden seguir uniéndose formando un texto o un poema, expresando y transmitiendo imágenes, sentimientos o emociones.


En el aprendizaje espontáneo del movimiento -y también del lenguaje-, no se aprende hoy a realizar un movimiento único, mañana otro, y así hasta concluir con todos los movimientos o letras del abecedario, para pasar después a una segunda lección en la que aprenderíamos a enlazar una letra con otra formando palabras, o un movimiento con otro formando secuencias. El movimiento y el lenguaje se aprenden en la vida, a través de nuestra relación con el entorno y las demás personas, recreando el medio en el que vivimos, expresándonos y comunicándonos con los demás. Cuantas más posibilidades tengamos de movernos y relacionarnos, más rico se irá haciendo nuestro lenguaje verbal y corporal. Cuanto más podamos investigar, jugar, disfrutar y recrear nuestro lenguaje, mejor será nuestra comunicación.


Al principio, los movimientos son descoordinados, impulsivos, rudimentarios, balbucientes, globales. No se sabe ajustar la tensión que cada movimiento requiere. No hay independización y por lo tanto se producen muchos movimientos parásitos innecesarios que en lugar de enriquecer, adornar o embellecer la acción, la afean y ensucian. Se sufren desequilibrios, cortes o paradas que rompen la unidad de la acción. No se calculan bien las distancias ni las trayectorias. No se mantiene un tempo continuo y unitario. El movimiento parece que se realiza a golpes, unas veces yendo deprisa y otras cortando lo que se está llevando a cabo. A veces parece haber inquietud por acabar, y otras, no saber qué hacer. En definitiva, no hay control ni fluidez de movimiento.

En el lenguaje ocurre un proceso similar. No se vocaliza bien. Se confunden los sonidos y las letras. No se ordenan adecuadamente. La realización no es limpia, tiene tachaduras, retoques, rectificaciones. La expresión es confusa y el significado por tanto, tampoco es claro. La escritura es un proceso complejo y difícil de realizar, tanto a niveles expresivos como técnicos, sino iguales, si similares al movimiento. Se inicia a una edad relativamente tardía desde el nacimiento, porque requiere un grado de maduración neurológica. El niño ha debido llegar antes a un cierto dominio y control del movimiento junto con una relativa estructuración temporal y espacial. Antes ha tenido que realizar muchos “palotes” y “garabatos” correspondientes a la etapa de movimiento rudimentario. La escritura, a niveles técnicos, es un acto motor que requiere un gran ajuste del tono muscular, independización, coordinación y secuencialidad.

En esta etapa primitiva de experimentación espontánea se aprenden ya aspectos básicos del lenguaje hablado o cinético. Respecto al movimiento, se va aprendiendo a regular el tono, afinándolo según lo exige cada movimiento concreto; se llega a una cierta independización y coordinación de los diferentes miembros; se adquiere también una medida y control del tiempo y del espacio en cuanto a duración, distancia, trayectoria, direcciones, etc. Junto con el aprendizaje y dominio del movimiento se lleva a cabo un proceso de equilibración, o de adaptación a la gravedad, ajustando la estabilidad postural. Y en la medida en que se va resolviendo ese problema, el movimiento se hace más libre, fluido y armónico.

En esas primeras etapas del aprendizaje, podría decirse que no se logran aun lenguajes personales propios, pero no es exacto. Lo llamado “propio” personal y característico de cada uno, se va construyendo desde el principio, en la interacción con los demás, sobre todo, las personas más allegadas. Desde el principio, el movimiento no es sólo algo físico. El elemento físico es la materia donde se graba lo psíquico. La calidad con la que se desarrolla el movimiento queda determinada por el ámbito emocional en el que se aprende y se desenvuelve el movimiento. Sin embargo, la destreza con la que se ejecuta, la secuencialidad, la fluidez, la organización y el control, siguen siendo solamente relativos.

Si queremos progresar en el dominio del lenguaje, tanto cinético como hablado o escrito, -u otro lenguaje cualquiera: pictórico, musical, etc.-, no tenemos que dejar de investigar y experimentar nunca nuevas posibilidades, variaciones y enfoques. Pero tenemos también que organizar y estructurar los aprendizajes; practicar y desarrollar técnicas concretas de movimiento, de escritura, de expresión; limar y pulir lo que ya sabemos desbrozándolo de aspectos inútiles que enturbian y oscurecen la expresión; plantearse metas a alcanzar.

De esa manera llegaremos a adquirir un lenguaje propio y personal tanto a niveles técnicos como expresivos. Habremos llegado a conseguir un lenguaje fluido, armónico, definido y claro que transcurre como una melodía. Nos comunicaremos mejor y con menos esfuerzo.

En la secuencia, frase de movimiento o melodía cinética como lo denominó LURIA (21), -¡qué bonita definición “melodía de movimiento” que ya expresa todo lo que es la secuencialidad!-, se suceden encadenadamente impulsos de diverso grado, con variaciones y modulaciones tónicas, que se enlazan formando una unidad. Pueden combinarse y unirse diversos movimientos, grandes o pequeños, en variados trayectos, direcciones o planos, acompañados de una determinada modulación rítmica.

Pueden también sucederse una serie de posiciones, transformaciones posturales, juego con el equilibrio y con el espacio, en una continuada y variada distribución del peso del cuerpo. Puede haber a la vez transformación postural, modulación tónica y rítmica, transformación de las distintas partes del cuerpo y desplazamiento en el espacio total. Pueden enlazarse y combinarse todos los elementos a la vez o pueden utilizarse sólo unos pocos. La melodía puede ser tocada por un instrumento de la orquesta corporal o pueden intervenir todos los instrumentos en diferentes coordinaciones y combinaciones.

En todo caso ha de haber una claridad de ejecución y de expresión. La realización no admite dudas, imprecisiones, bloqueos, desequilibrios ni rupturas.

El dominio de la técnica permite al ejecutante, centrarse en lo que está viviendo, y posibilita la expresión de los propios sentimientos “conscientemente” con un estilo personal, inconfundible y único.

En síntesis, la secuencia de movimiento, es una melodía de movimientos, tocada por las diferentes partes del cuerpo, formando una orquesta, donde a veces tocan todos a la vez, en otros momentos solo tocan algunos, en algún otro una zona corporal –o instrumento- toca solo siendo el protagonista. Pero siempre, toda la orquesta, todo el cuerpo, está sintiendo y percibiendo lo que hacen los demás sirviéndoles de apoyo. Y, si es una melodía, se realiza sobre una base temporal y rítmica, donde tienen lugar diversas intensidades, duraciones, crescendos, silencios…


   

viernes, 10 de febrero de 2012

PLANOS DEL MOVIMIENTO



                     
              Plano sagital -movimientos de adelante atrás / Arriba- abajo - retroversión - anteroversión


 


PLANOS DEL MOVIMIENTO
Joaquín Benito Vallejo

Distingamos en principio lo que son: ejes, planos, dimensiones y direcciones.

Las direcciones son: 1- adelante y atrás -llamada también sagital-; 2- izquierda y derecha -llamada también trasversal-; 3 – arriba y abajo -o vertical-.

Tanto los planos como los ejes son definidos por la dirección en la que están situados. 


Así, por ejemplo, la dirección llamada sagital es adelante y atrás, ya estemos hablando de plano o de eje. (pero no confundamos eje con plano)

Un eje es una línea imaginaria que atraviesa el plano. Su definición viene dada por la dirección en la que está situado y atraviesa el plano.

-Imaginemos que hablamos de la pelvis, los ejes siempre la atravesarán por su centro-.

El eje sagital es la línea que atraviesa el plano -la pelvis- de adelante atrás y viceversa.
El eje trasversal, la atraviesa de un lado al otro: izquierda derecha.
El eje vertical lo situamos en el centro, de arriba abajo.


Un plano de movimiento es la dimensión en la que nos movemos.
Una dimensión de movimiento queda definida por dos direcciones. Luego, en un plano nos movemos en 2 direcciones. (luego veremos la dimensión y las direcciones en que podemos movernos en cada plano)


Un eje, es la línea fija sobre la que se mueve el plano.

Para poderse mover en un plano, este solo puede hacerlo sobre un eje que le sostiene, que es fijo -no se mueve- y que está situado en otro plano.

Los planos son:

1.- Sagital – dimensión del movimiento: adelante y atrás, arriba y abajo. 

El eje fijo sobre el que se mueve es el trasversal. 
La pelvis bascula adelante -anteroversión- (la parte superior de la pelvis: iliacos y zona lumbar van hacia adelante) y atrás -retroversión- Los iliacos y zona lumbar van hacia atrás. La columna se ondula de adelante atrás y de arriba abajo.

2.- Frontal – dimensión del movimiento: izquierda y derecha, arriba y abajo. 
El eje fijo va de adelante atrás, luego es un eje sagital. La pelvis bascula de un lado al otro -un lado sube, el otro baja-, la columna se arquea hacia uno y otro lado.

3.- Transversal – dimensión del movimiento: adelante y atrás, izquierda derecha. 
El eje fijo es vertical, de arriba abajo. La pelvis gira -un ilíaco va hacia adelante y el otro atrás- la columna gira en espiral.



Debe quedar claro entonces que: El plano es la dimensión en la que nos movemos. Pero para que pueda darse el movimiento, el plano ha de moverse sobre un eje que le sostiene, que está fijo. 

Como una rueda. Para que esta pueda rodar, ha de hacerlo sobre un eje. 
Si la rueda lo hace adelante o atrás, el eje que la sostiene es transversal, la atraviesa de un lado al otro, de izquierda a derecha.
Si colocamos la rueda ante nosotros y la hacemos rodar, esta lo hace hacia un lado y otro y de arriba abajo. El eje que la sostiene está situado entonces de adelante atrás.
Si colocamos la rueda echada en el suelo, la rueda gira de izquierda a derecha, mientras que el eje que la sostiene es vertical va de abajo arriba.

La dirección en la que nos movemos define el plano. Y la dirección del eje, define al eje. Pero el plano en el que nos movemos y el eje que nos sostiene están situados en direcciones distintas. 
Cuando el plano en que nos movemos es el plano sagital, -de adelante atrás y viceversa- el eje sobre el que lo hace es el trasversal, es decir, que lo atraviesa de un lado al otro, de izquierda a derecha.
Cuando el plano sobre el que nos movemos es el frontal, nos movemos o basculamos de izquierda a derecha y de arriba abajo - es decir un lado sube y el otro baja-, el plano gira sobre un eje que va de adelante atrás, o sagital.
Cuando giramos de izquierda a derecha pero no podemos ir de arriba a bajo, el plano es el transversal, pero el eje fijo es vertical.



 
Plano frontal - movimientos de izquierda a derecha / de arriba abajo - inclinación lateral de pelvis





Ya dijimos anteriormente cuales eran los movimientos de pelvis y columna en cada plano. 
Cuando nos movemos globalmente en un plano ponemos el ejemplo de movernos en un pasillo. 
Si nos movemos en el plano sagital el pasillo es el largo. Las paredes limitan nuestro movimiento, donde no podemos movernos. En el pasillo podemos movernos hacia adelante y atrás caminando o no. Si lo hacemos sin caminar pueden moverse brazos o piernas, pelvis columna, cabeza. En todas las partes del cuerpo pueden darse movimientos adelante, atrás, arriba, abajo. Nada se puede salir de ese pasillo. El límite siempre nos lleva a desarrollar la creatividad para poder moverse dentro de ese límite. 

Si queremos movernos en el plano frontal, de izquierda a derecha y de arriba abajo, las paredes del pasillo imaginario están situadas delante y detrás de nosotros. Nos podemos mover caminando por el pasillo, de lado, sin dejar de tener una pared delante y otra detrás. No podemos hacer movimientos cruzando las piernas. Los brazos hacia un lado y el otro y adelante y atrás sin salirnos del pasillo.

El plano transversal solo podemos utilizarlo para cambiar la dirección en el pasillo, lo que significa cambiar de plano. Si estamos en el plano frontal con las paredes adelante y atrás, al hacer el giro desde pelvis y columna cambiamos de plano, colocándonos en el sagital, con las paredes a los lados posibilitándonos mover de adelante atrás todo lo largo del pasillo  Los brazos pueden estar paralelos por encima de la cabeza o pegados al cuerpo. 

Podemos aislar cada zona corporal y visualizar los ejes y las posibilidades de moverse según ellos.

Unas zonas pueden moverse en unos planos y otras zonas en otros planos distintos. A veces varias zonas pueden moverse en un mismo plano. A veces no.

¿Cuáles son los movimientos independientes que cada zona corporal puede hacer en cada plano?

Si no aislamos o independizamos el movimiento de una zona, y permitimos que se relacione o se movilicen las demás, ¿Cómo lo hacen estas?

¿Las zonas que se sienten influidas, son todas o solo algunas? 
¿Las que se sienten influidas, reaccionan moviéndose en el mismo plano que la protagonista, o en un plano distinto?

Hay unas leyes físicas naturales que definen estos movimientos.

Pero las reacciones son distintas dependiendo de las diferentes posturas corporales, de si el cuerpo está estático o en movimiento, de cómo sean estos movimientos, de los diferentes apoyos que tenga el cuerpo con el suelo, de la flexibilidad o rigidez de las diferentes articulaciones y segmentos corporales…

Hay que preparar al cuerpo para que se pueda moverse con la máxima amplitud en todos los planos y direcciones, dentro de unas premisas de corrección, equilibrio y armonía, entre cada una de las zonas y el conjunto corporal.

Todo esto y mucho más lo expondremos y lo practicaremos  en el módulo 4 de la formación, aunque de una manera bastante básica, puesto que la complejidad del movimiento según los planos es enorme, y necesitaremos mucho más tiempo y más módulos para poder desarrollarlo.


Plano transversal - torsión de izquierda a derecha - de adelante atrás- 

Posición erguida.
(Explicación de los ejes y de los planos. Visualicemos el cuerpo enmarcado dentro de un prisma rectangular. Existen 3 ejes cuyo punto de unión es el centro del prisma, del cuerpo, de la pelvis. (1) Eje vertical; (2) eje horizontal  antero posterior -adelante atrás o sagital-; (3) eje horizontal   transversal -izquierda derecha. 


Cada plano de movimiento se configura por 2 dimensiones sobre un eje fijo, sobre el que se produce el movimiento. 


Plano sagital: El eje fijo es transversal,-de izquierda a derecha- el movimiento se produce de arriba – abajo y de adelante – atrás. En la pelvis se define por la retroversión y la anteroversión, la columna hace un arco adelante o atrás. La cabeza se inclina adelante o atrás.

Plano frontal: el eje fijo es el antero-posterior -de adelante atrás- o sagital. El movimiento que puede realizarse es de izquierda a derecha y de arriba – abajo. La pelvis se inclina de un lado al otro –un ilíaco sube el otro baja-. La columna hace arcos a un lado o al otro. La cabeza se puede inclinar a derecha e izquierda. 

Plano transversal: el eje fijo es el vertical, el movimiento se produce de izquierda a derecha y de adelante – atrás. Son rotaciones o torsiones. En la pelvis se produce la torsión, en la columna, la rotación o el giro de las vértebras. (Ver Cuerpo en armonía – pag 58 y sig. / 67 y sig.) y en la cabeza también es un giro de derecha a izquierda y viceversa.


Orden a seguir:
A – Movimientos independientes de cada zona en cada uno de los planos: cabeza – pelvis – tórax -  brazos;
B – Movimiento de cada zona en cada plano con pasaje de energía hacia la unidad corporal: cabeza – pelvis – columna – omóplatos – brazos – piernas – pies – apoyos. 
C – Combinaciones de planos entre las diversas zonas corporales: Ir por un plano, volver por otro, respecto a los brazos; y / o cambios de planos en otras zonas: pelvis; columna….
D – Combinar los movimientos de pelvis – mezclando los planos. 1. Movimientos de pelvis en cada plano. 2. En el plano frontal añadir retro / ántero. 3. Lo mismo en el plano transversal.
E – Añadir a los anteriores movimientos de pelvis los  movimientos correspondientes de columna.
Posiciones:
A – erguida;
B – acostada – boca arriba – supino
C – sentada
D – arrodillada
E – De lado.