Los
sujetos vivientes son autogestionados.
El individuo es autogestionado
El individuo es autogestionado
El cerebro
es autogestionado
El
organismo es autogestionado
La vida es
autogestionada
EDUCACIÓN - DOMESTICACIÓN
Joaquín Benito Vallejo
En ningún ser vivo existe ningún mando externo. No hay nada ni nadie que imponga las órdenes
para vivir y organizarse. –Sólo la vida misma-.
La vida es la autorregulación por sí misma.
En la vida todo está interrelacionado, interdependiente. El ser
vivo depende del ambiente; Unos seres dependen de otros, siendo relativamente
autónomos, son relativamente dependientes. Cada individuo depende de la
sociedad, la sociedad depende de los individuos, El ambiente depende de los
seres vivos - Los seres vivos dependen del ambiente.
Todos se autoorganizan en
su interrelación.
Eso hace que la auto-gestión se convierta en co-gestión.
Todo ser viviente explora el medio en el que vive, para poder
vivir. (Explorar significa en el ser humano, investigar y es la base de la
creatividad) La exploración amplifica dos campos, uno externo y otro interno: le
lleva a desarrollar sus propias capacidades –corporales, cognitivas,
emocionales…- y también a conocer el entorno,
y por ello a adaptarse a sus características y exigencias. No puede crear en
contra de las leyes naturales pero si puede desarrollar recursos, conocimientos y nuevas
alternativas o adaptaciones en base a ellas.
Explorar es sobre todo actuar. Actuar con su propio cuerpo –con
su propio ser- actuar sobre el entorno; actuar en relación con otras personas.
Explorando –actuando- se erige como sujeto, se forma su SER.
Se conforma su unicidad, su idiosincrasia, su distinción, su personalidad, su
auto-realización.
Esa capacidad primigenia de explorar, primaria y esencial para el ser, se ha
ido gravando –heredando- y desarrollando en el proceso viviente, desde la 1ª
célula hasta el hombre.
Es mediante esa facultad primaria de exploración, el modo como
el ser vivo puede acceder al
conocimiento del medio entorno y organizarse en él para poder vivir.
Esa capacidad innata y necesaria de exploración, es la base de
la investigación y de la creatividad.
Nadie puede decir o enseñar
a nadie cómo es el entorno y las personas, así como lo que ha de hacer
para vivir –y convivir-.
Solo se conoce algo verdadera y auténticamente, mediante la
acción y la experimentación propia, viviéndolo, experimentándolo, explorándolo.
Los únicos “seres” que actúan sin sentir, sin explorar, sin experimentar son
los autómatas, los robots, las máquinas artificiales…., pero no son “seres”
vivientes. Sin embargo, hay humanos – ¿una
gran mayoría? - que se comportan como máquinas, como robots, ejecutando un
programa –software-, de vida, instalado en ellos desde la infancia, desde la
familia, desde la escuela.
Se les instala mediante lo que se llama “educación”,
-convirtiéndose esta en domesticación-, convirtiéndose todas las instancias y
todos los medios –familia, escuela, cultura, sociedad, religión, información…,-
en los medios “educadores”.
–domesticadores-, asesinos de la realización
personal, de la creatividad y de los sueños –los deseos-.
Se le prohíbe e impide la
satisfacción y el desarrollo y de las
propias pulsiones naturales innatas, las capacidades de hacer, experimentar,
sentir, crear –eso no se hace, eso no se toca, eso no se dice, eso no se
piensa…-; amenazando con el castigo y el abandono, generando el miedo, la
culpa, la frustración.
De esta forma se impide al ser humano desarrollar la exploración
de su entorno, se le impide la propia experimentación, se le impide su
auto-organización. Se le impide SER él. Todo –casi todo- le será programado, lo
que ha de “saber” –no por la propia experimentación- sino metido en su cabeza,
en su mente, imponiéndole un saber, una organización externa. La educación así
se convierte en domesticación [ver Paulo Freire].
En el programa –sotfware- van inoculados sentires, sentimientos,
emociones, religiones, creencias, ideologías, hábitos, comportamientos…, todo
lo que el programador -poder-estado-iglesia-, considera idóneo, lo que ha ido
descubriendo con el paso de los años, que es mejor para fabricar un mejor
esclavo. Ser un robot-esclavo perfecto a las órdenes del poder de turno.
Este programa se inculca
con la represión de las
capacidades naturales, ello es la base de lo que se irá acumulando
progresivamente en la mente de los domesticados. Con la represión se cimenta la inseguridad, el miedo, la obediencia. Porque
al anularle el desarrollo de sus capacidades naturales, se le anula su propia
experiencia , decisión y autonomía, y ha de guiarse por lo que dicen otros, por
los que le mandan, los padres, los gobernantes, las costumbres, las normas….
A los ricos se les prepara para dirigir
las empresas y seguir siendo ricos explotando a los pobres; a los pobres como mal asalariados, asumiendo
que el trabajo es la única condición necesaria para vivir, y que solo se sale
de esa condición trabajando más, una gran mentira ya que nadie se hace rico
trabajando, sino robando y explotando. A los pobres solo les queda imitar a los
ricos con la pretensión de llegar a ser igual que ellos. Hacer una crítica
total del capitalismo aquí y mostrar todas sus armas de manipulación es
imposible, ni tengo los medios ni el texto tiene ese objetivo. Armand
Mattelart ha escrito mucho sobre
ese tema.
Nuestra sociedad capitalista también se caracteriza por ser
machista y también mama mucho de la moral católica. Luego la educación es clasista,
sexista y moral "catolicista". En lo que respecta al machismo se resume en que los
hombres valen más y las mujeres están al servicio de los hombres. Y esto nos lo han metido en la cabeza desde antes de nacer, porque nuestros tatarabuelos ya lo fueron enseñando, de modo que nuestros comportamientos son machistas de miles de maneras sin nosotros enterarnos.La inculcación de la ideología capitalista se asienta en la represión corporal de los instintos y necesidades vitales de realización personal, aunque parezca que propicia todas las libertades incluida la sexual que no deja de ser otra manipulación más donde la mujer es convertida y valorada por ello, en objeto sexual de compraventa.
Es una castración primigenia puesto que se sacrifican las capacidades
potenciales innatas del ser humano, con un significado similar a la que se hace
con los animales para domesticar su naturalidad salvaje y conducir su energía hacia
el trabajo, a la vez que una programación mental, un software que es inculcado
en la mente con las órdenes precisas que se han de seguir. Ese software supone
la inculcación de una ideología. La ideología del poder, la ideología del
esclavo, la ideología de la competitividad, la ideología de la obediencia, la
ideología de la autoridad.
La educación -o domesticación- marca y condiciona la vida, perfila los comportamientos, los caracteres, las actitudes. Todo lo que el hombre adulto es viene determinado por la educación.
La sociedad inculca y reproduce sus valore en todos los
individuos desde la cuna y los refuerza en todas las etapas de la vida. Así
pues, la sociedad capitalista reproduce y siembra los valores y las normas
capitalistas. De modo que lo inculcado –lo social- parece ser nacido –genético
o biológico.
La educación es el modo más básico y fundamental de reproducción
de los valores –ideología-, competitividad, mercancía, espectáculo… El
capitalismo es la sociedad del espectáculo, toda su propaganda la convierte en
fiesta y en espectáculo apetecible. Mediante la educación quedamos así
marcados, como los animales domésticos, domesticados. Queda delimitado así lo
que somos y lo que no somos. Lo que podemos ser. Nuestras capacidades, nuestros
sueños, nuestros deseos son secuestrados.
El cuerpo que es todo lo que somos y tenemos, con el que
sentimos, experimentamos, compartimos… se reduce a la mínima expresión,
permitiendo solo sentir y experimentar lo más básico, utilitario y establecido.
El cuerpo se anula como fuente de todo conocimiento, experimentación y placer.
El cuerpo se convierte casi exclusivamente en una herramienta de trabajo.
¿Al servicio del poder de turno? Ese “poder” mismamente está al
servicio de otro poder por encima de él. Por eso da igual quién gobierne. Todos
están por debajo de otro poder, al que sirven y del que se benefician: el
sistema capitalista y patriarcal.
Recordemos y tengamos en cuenta que el 1% de la población
mundial detenta el 90 % de la riqueza. Es ese 1 % quien está a la cabeza del
poder total y controla los medios para poseerlo.
Y una parte esencial –la más importante- para controlar el poder
es la educación. ¿Qué mejor herramienta que convertir a los seres humanos en
robots? No se trata solo de que los hombres no tengan conocimientos, de que no
tengan acceso a la información, sino de algo más importante y esencial, de que
los hombres estén robotizados desde su nacimiento, con lo cual pierden toda
capacidad para pensar e incluso para interesarse por lo que pasa a su
alrededor. Se les anula la capacidad de asombrarse por lo que pasa a su
alrededor, y se les anulan los deseos y los sueños, siendo castrada desde la
cuna esa capacidad de asombro y de deseos. Ni siquiera saben lo que es, ni
siquiera saben que existe, ni se lo pueden imaginar.
Un hombre no realizado como ser, se convierte en frustrado, agresivo, violento,
individualista, sumiso, dependiente,
incapaz de gestionar su propia vida, echándole la culpa a los que tiene
alrededor por un lado, ensalzando a quienes representan la autoridad, en el
otro extremo.
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