viernes, 25 de noviembre de 2022

Reflexiones sobre MOVIMIENTO ORGÁNICO y EXPRESIÓN CORPORAL

 Algunos extractos de las reflexiones sobre la experiencia en clase de Movimiento Orgánico y algunos aspectos de Expresión Corporal,  realizadas por una alumna después del primer módulo

Rocío Salmoiraghi



El Movimiento Orgánico desde mi propia experiencia y lenguaje tiene que ver con el hecho de dejarse llevar desde un estado de profunda escucha y vaciamiento cultural...

El Movimiento Orgánico surge de un verdadero silencio iniciático. Y eso es, porque al dejar atrás las formas adquiridas o heredadas, entramos en un espacio de vacío que nos permite escucharnos y escuchar el estado maestro de nuestro cuerpo. El cuerpo sabe y si lo dejamos hablar desde el vacío nos explica a través del movimiento todos los cómos, los qués y los por qués.


Como a través de él se expresa nuestra maestría, puede enseñarnos a dónde ir para lograr en nuestros 3 cuerpos, físico, emocional y mental / espiritual, una integración que decante naturalmente, en una vivencia armónica en relación al ser.

Un cuerpo que fluye es un cuerpo que se une al ritmo y a la sincronicidad.

Un cuerpo en escucha, y habitado por la totalidad del alma, de quien danza, recorre el espacio como si fuera un mapa energético, con vías armónicas de posibilidad.


La sincronicidad sorprendió, sorprende y sorprenderá siempre, a quien se deja danzar sin la intervención del ego, o más bien, invitándolo a perderse en el verdadero yo, para encontrarse juntos danzando en una forma integrada de Amor.


El cuerpo se torna un milagro a través del Movimiento Orgánico, porque nos damos cuenta que cada cosa en nosotras, tiene un claro espacio, un deseo, una necesidad, un propósito de ser, y el organismo en sí, cuenta por fin, con cada parte del cuerpo en sus miles de significaciones, para el desarrollo de una acción natural de movimiento.


En la vida cotidiana se toma al cuerpo como un vehículo del ego y no como un maestro que nos hará sanar aquello a lo cual nos convoca el dolor, ni tampoco se lo toma, como punto de partida de grandes satóris en relación a la felicidad.

Danzando, una persona se ilumina; la mirada se ilumina y la sonrisa, así sea interna, crece.


Danzando las personas se encuentran. 

Podría decirse qué es y qué no es Movimiento Orgánico pero el caso es que, si una persona se entrega al movimiento, podrá pasar por muchas fases, pero tarde o temprano conocerá lo que es el Movimiento Orgánico: un estado de no lucha, de entrega total y de profundo bienestar con la vida.


El Movimiento Orgánico aporta claridad al cuerpo mental, relajación, y gozo al cuerpo emocional, y soltura y energización al cuerpo físico (casi todo lo que necesitamos para nuestra evolución)


El Movimiento Orgánico podría plantearse desde las herramientas de las artes, más bien como un remedio para los seres humanos.

 

Mi contacto con el Movimiento Orgánico, se enraíza desde siempre por lo que recuerdo y se asienta en la expresión propia del danzar más tarde con las influencias de la expresión corporal, el teatro, la danza, la música y el entrenamiento expresivo, fortaleciéndose con el Butoh y floreciendo con mi expresión de sentido al danzar.

En el butoh, el Movimiento Orgánico en sí es una puerta de entrada, y la base para una exploración, que nos lleva a crear dentro de nuestra danza, relaciones y acciones que luego darán lugar a una narrativa corporal.

En cualquier danza el Movimiento Orgánico es un punto de conexión con el verdadero yo para luego componer a partir de esos hallazgos. 

 

Cuando me dejo llevar, lo que más siento es alegría interna y libertad.

Puedo ser quien soy y no me importa referenciarme ante alguna otra cosa, el cuerpo me enseña sobre la diferencia y la diversidad por lo cual pretendo descubrirme y respetarme en la singularidad sabiendo que cada cual descubre lo que necesita y desea para su libertad y gozo actual.

 

El Movimiento Orgánico me abre la escucha, despierta las zonas dormidas o menos recurridas, integra cada parte en función de la voluntad de un todo que aún es parte de un todo mayor. Y me invita a dejarme llevar por esa fuerza armónica que organiza las partes para que todo encastre.

 

El otro día, en la clase, me sentí libre y en armonía.

Hay algo que sucede después de un largo tiempo danzando que es simplemente muy hermoso por el grado de absorción. Estoy feliz de poder realizar un proceso en conjunto y de poder detenerme a ver y experimentar en detalle, cosas que me suceden en movimiento dándome el tiempo y el espacio de nombrar o de silenciar y también de nombrar a través del cuerpo.

Hay sabidurías que hablan, otras que se danzan, otras que se cantan y así sucesivamente, con la expresividad humana. 

 

He podido nutrirme del libro: “CUERPO EN ARMONÍA”, con la referencia histórica del M.O, en relación a la unidad psico bio social, del concepto de estructura y desestructuración del movimiento y en qué nos beneficia.


La información en relación al tono muscular, aprender a sentir y a sensibilizarnos para abrir la percepción y ganar conciencia. El entrenamiento de la atención, la concentración, la observación, etc.

También puedo tomar el sinónimo de orgánico y natural, como también natural sinónimo de lo genético y los ecos de lo social que a veces “genera” y otras “degenera” el movimiento.

Me gusta la descripción que se hace al decir que el M.O. es la resultante de un libre fluir de una energía que se transmite por el conjunto del cuerpo regando y activando un movimiento encadenado rítmico y armónico.

 

Sobre el espacio en EXPRESIÓN CORPORAL


 Espacio próximo es exactamente el espacio que linda con nuestra piel, es el tacto más inmediato entre nuestro cuerpo y el mundo o el resto de las cosas materiales e inmateriales.

Cuando el espacio en nuestro interior se ha sensibilizado para sentirse a sí mismo y cuando se ha abierto la escucha a lo que el cuerpo en verdad necesita y desea, la conciencia se desplaza con las mismas leyes en expansión hacia un afuera y explora. 

Como si nos metiéramos dentro nuestro; como si fuera una expresión íntima del espacio que habita nuestro yo en acción. Y esto, genera una relación de inmediatez de contacto sea con el suelo, con el aire o con la otra persona. 

No hay sitio en este mundo que no se encuentre habitado, a veces las cosas están fijas y son matéricas, a veces solo son brisas de aires elementales, calor, frío, aroma, color ...y algunas, todos los sentidos se despiertan y la proximidad espacial con el espacio interior del cuerpo, dialogan.

El espacio interno y el espacio próximo se conjugan en un pequeño espacio íntimo en donde existe, ante todo, contacto con el sí mismo y la exploración del ámbito en que se habita. 

Exactamente. como estar adentro de un huevo: Hay un cuerpo y hay un espacio, hasta llegar a la cáscara. Cuando el espacio entra, se logra llenar de presencia, el espacio íntimo y el espacio próximo están listos para avanzar hacia una exterioridad. 

Desde la mirada ajena se verá la calidad de quien danza “llena de presencia” como si bailara la persona y todo el aire alrededor, aparece un clima, un primer ambiente, un olor del trabajo.

Un espacio próximo y un cuerpo, están dialogando, gran suceso íntimo. 

 

Gracias a la propuesta de explorar primero el contacto con la tierra hemos podido abarcar el planteamiento del espacio próximo, sentirlo vivo, sentir cómo late, ocupa lugar y entonteces así, hemos podido tocar empujar agarrar entrar, en fin, mover o dejarnos mover, todo lo que sería o abarca “el espacio próximo”.


Sobre el antagonismo muscular.


De alguna manera haberlo practicado me ha conectado con la realidad vital universal y social cultural. La conciencia de que en todo lo que vive y existe hay dos polos que uno no existe sin el otro y que en cuanto y en tanto cada polo ocupe su rol en plenitud, el movimiento sigue sintiendose armónico.

El día no se pelea con la noche

De alguna manera el antagonista es el soporte o protección del agonista. Sin antagonismo el movimiento sería desmesurado, sin limitación y no respetaría las leyes de posibilidad de estiramiento del propio cuerpo se iría a más o se languidecería.

El antagonismo entonces sirve como soporte del movimiento, relajando y expandiendo lo que nuestro movimiento contractivo tensiona. Mientras más tensione el agonista naturalmente más tono habrá en el antagonista también. Sin embargo, con mayor o menor tono el antagonista siempre tiende al alargamiento y a la expansión.

El antagonismo tomado como consigna de juego de opuestos, me ha llevado a experimentar varias cosas según la tonicidad muscular si esta es mínima simplemente hay una complementación en ying y yang de continuo, en cambio, si la tensión muscular aumentaba lo que se notaba más era repelencia, resistencia. Y constantemente las medidas entre un cuerpo y otro se tornaba importante a la hora de componer en relación.

Personalmente me da mucho placer jugar al antagonismo justamente porque al aumentarse el tono muscular…, lo que se percibe al mismo tiempo es un aumento de la presencia. Y cómo todas las partes del cuerpo participan y se vuelven voluminosas al danzar.

Animamos a realizar comentarios sobre los comentarios. 

Gracias

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