Vamos a aprender otra danza nueva.
Otra vida nueva. Tu vida y tu danza, no la de otro cualquiera.
Olvídate de la danza que te enseñaron en la escuela.
No es tu danza.
Es la de tu maestra, la de tu madre o la de tu abuela.
Danzar es expresarte con tu cuerpo, con tus brazos, tus piernas, tu rostro, tu corazón, tus entrañas, tu grito, tu silencio.
Es expresar tus emociones y sentimientos.
No es copiar clichés de otras épocas, con el tutú, las zapatillas y la coleta.
Danzar es lanzar a los otros el fuego que dentro te abrasa y quema.
Ese fuego que tanto has escondido para que ni tú lo sientas.
Esas llamas y esas ascuas, y el carbón y las cenizas y las pavesas.
La pena que se evapora y se transmuta en nube.
La nube que se hace negra, y que revienta y que estalla, que llora como tormenta,
Que grita y que tiembla,
La pena que se libera y se hace risa plena.
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