(Movimiento Orgánico MO - Técnicas Corporales Aplicadas TCA)
Características del método
Partiendo del movimiento
como actividad fundamental se propone trabajar objetivos múltiples encuadrados
dentro de la múltiple dimensión del ser humano.
1.
La estimulación sensorial,
-neuronal-cerebral-, a través del cuerpo y del movimiento, potencia la actividad cerebral, alivia y
previene la desestructuración mental de ciertas patologías y demencias-, constituye
la base de toda la metodología meramente física.
2.
El movimiento
considerado como fuente de salud engloba distintos aspectos: corrección postural,
cuidado de las articulaciones, flexibilización, alivio de tensiones, problemas
óseo-musculares; utilización correcta de la energía, etc.
3.
El movimiento como medio de
desarrollar las capacidades mentales dirige sus objetivos hacia
la estructuración espacial y temporal, la coordinación, la memoria, la
secuenciación y la organización mental.
4.
El movimiento y el cuerpo como medios
de comunicación y de relación, abarca fundamentalmente dos aspectos: Por un lado
definir la relación óptima que el profesor ha de establecer con sus alumnos –y
de los alumnos entre si- mediante su actitud, su disponibilidad, su atención y
su contacto corporal. Por otro lado, enriquecer la comunicación y la
creatividad de cada uno.
5.
La base
de este punto se centra en el desarrollo y el trabajo sobre la afectividad. La
afectividad como estímulo para
ser, aprender, sanarse y relacionarse;
Esta concepción implica a su vez un enfoque distinto de abordar y
desarrollar el movimiento. Un enfoque vivencial en el que el movimiento es
abordado no como un ejercicio físico mecanicista, sino como una exploración sensorial. Supone un
largo camino lleno de contenidos que descubrir, disfrutar, conocer e integrar. En
este largo proceso, hay que darse tiempo para explorar y sentir el movimiento.
La exploración y el darse tiempo para saborear el movimiento van unidos.
Saborearlo es sentirlo y disfrutarlo. Y para disfrutarlo no hay que tener
prisa. Al contrario. El movimiento es nuestro acto más grande de empoderamiento
personal, de desarrollar nuestro ser.
Sentir nuestro cuerpo mediante el movimiento va a significar habitarlo,
llenarlo, darle integridad y plenitud. Lo que significa a su vez ser consciente
de él en sus múltiples quehaceres. Nuestro cuerpo está presente en nuestra
mente, en nuestro sentimiento. Nos hacemos presentes y conscientes nosotros
mismos en nuestra integridad. Un cuerpo vacío es un cuerpo enfermo, un ser fragmentado,
compuesto de trozos sueltos. Un cuerpo máquina sin sentimientos conscientes. El estrés y las múltiples dolencias sin
localización y sin causa específica es una de las manifestaciones.
Nosotros no somos nosotros sin estar presentes en nuestro cuerpo, pero
tampoco somos nosotros sin estar presentes en los demás, y en los elementos
comunes que compartimos, como el tiempo, el espacio, los objetos que nos rodean
y utilizamos, herramientas, muebles, máquinas, etc. Significa ser consciente de
todo ello lo más posible.
Al explorar la casi infinita gama de movimiento de que disponemos vamos
a hacerlo con esas pautas.
Esa ilimitada gama no quiere decir que no tenga límites. Los tiene bien
claros. Respecto al movimiento, al espacio y a los demás. Ser consciente de las
posibilidades y de los límites nos centra, nos sitúa, nos orienta. Las
posibilidades y los límites son referencias claras para saber lo que somos,
para vivir y para relacionarnos. Para no dañarnos ni física ni emocionalmente,
ni para dañar a los demás. No saber cuáles son las posibilidades es
menospreciarnos, tener una imagen pobre de nosotros. No saber cuáles son
nuestros límites significa creernos más de lo que somos. La exploración lenta-
permite disfrutar, llegar al máximo sin dañarse, previniendo los riesgos.
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